EL ALCOHOL EN EL DEPORTE

A pesar de que todos habremos oído afirmaciones como que un consumo moderado de alcohol puede ser beneficioso para la salud cardiovascular o que la cerveza hidrata, todos los estudios científicos que se han realizado con rigor apuntan hacia una dirección totalmente contraria.

Según datos de la OMS, el alcohol es la tercera causa de enfermedad y muerte prematura a nivel mundial, estando incluso por encima del tabaco.

Además, hoy ya sabemos que el alcohol es neurotóxico, adictivo, inmunosupresor y carcinogénico y que no hay un consumo de alcohol por debajo del cual sus efectos perjudiciales se vean reducidos. Es decir, la dosis más saludable de alcohol que podemos tomar es 0.

En cuanto a su relación y efectos con el rendimiento deportivo, hay que tener en cuenta que:

  • El alcohol disminuye la capacidad de coordinación, el tiempo de reacción, el equilibrio y la capacidad de raciocinio (lo que se traduce en un mayor riesgo de lesión).
  • Disminuye la fuerza, la potencia, la velocidad y la resistencia (capacidades físicas básicas para cualquier deporte).
  • Disminuye también la capacidad para regular la temperatura corporal, disminuye la actividad de la hormona antidiurética y produce vasodilatación (mayor riesgo de deshidratación).
  • Disminuye los niveles de azúcar en sangre (mayor riesgo de hipoglucemias), también disminuye la capacidad de almacenamiento de glucógeno por parte del músculo (peor recuperación tras el ejercicio).
  • El alcohol disminuye también la síntesis de proteína muscular tras el ejercicio, lo que además de empeorar la recuperación es contraproducente si se quiere aumentar la masa muscular.
  • Hay que tener en cuenta también que el alcohol aporta 7 kcal/g y su saciedad es muy baja al consumirse en forma líquida. Además, su metabolización es hepática e interfiere en la quema de grasas y carbohidratos (interfiere en la pérdida de masa grasa e incluso puede favorecer su aumento).
  • Aunque en un principio pueda parecer un estimulante, el alcohol es un potente depresor.
  • Por último, las mujeres debemos tener en cuenta que el hígado es quien metaboliza también nuestros estrógenos para su inactivación. Cuando está ocupado con el alcohol se puede llegar a dar una excesiva acumulación de estrógenos que pueden causar alteraciones en nuestro ciclo menstrual.

La elección de tomar o no alcohol es completamente libre y personal de cada uno y además hoy en día está muy arraigada a nuestras costumbres y a nuestra vida social, pero conocer sus efectos sobre la salud y el rendimiento deportivo nos ayudará a tener mayor libertad y conocimientos a la hora de tomar una decisión.

Bibliografía:

Bean A. La guía completa de la nutrición del deportista. 5ª ed. Barcelona: Editorial Paidotribo; 2019.

WHO [Internet]. 9 de mayo de 2022 [consultado 6 de septiembre de 2022]. Alcohol. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/alcohol#

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